El Hanbok era la vestimenta tradicional de los coreanos hasta hace unos 30 ó 40 años atrás.
Al igual que todas las vestimentas, el Hanbok fue pasando de moda según los cambios de las dinastías, el paso del tiempo, las relaciones con el exterior, etc., y ha tenido cambios en su diseño.
Al igual que todas las vestimentas, el Hanbok fue pasando de moda según los cambios de las dinastías, el paso del tiempo, las relaciones con el exterior, etc., y ha tenido cambios en su diseño.
A lo que hoy en día llamamos Hanbok , fue diseñado a finales de la Dinastía Joseon (principios del siglo XX) con orientación confuciana. Parece ser que la chaqueta, el pantalón y el abrigo se comenzaron a utilizar en Corea muy pronto, pero el traje típico de dos piezas (chaqueta ajustada y pantalones cortos casi siempre blancos) surgió probablemente en los primeros siglos de nuestra era. En el siglo VII d.C. los nobles copiaron los estilos de la dinastía Tang china, es decir, trajes amplios, chaquetas y pantalones voluminosos. A partir del siglo XV la mujer coreana comenzó a llevar faldas plisadas (chima), cuyo talle fue subiendo gradualmente hasta acabar en la parte alta del cuerpo. Los nobles vestían hanbok de colores claros con diseños simples, de seda en invierno y de hilo u otros materiales liviano durante el verano. Los campesinos siguieron llevando chaquetas y pantalones de cáñamo almidonado y de algodón y sólo podían vestir de color blanco, rosa viejo, verde claro, gris y negro. El hombre adoptó el estilo chino con cuadros mandarín en las chaquetas como símbolo de su rango y un gran sombrero negro de ala ancha de pelo de caballo que, junto con los pantalones atados a los tobillos, forma el atuendo típico actual de los ancianos coreanos. El traje nacional de la mujer conserva la chaqueta corta, el corpiño y la falda de talle alto con una cinta ancha en la parte superior.
La característica más resaltante está en que no es un estilo ajustado al cuerpo, sino que debe dar una imagen de abundancia, haciéndose ver elegante y tranquila.
La belleza del Hanbok se encuentra en la armonía de sus colores, en las sutiles curvas y en las líneas simples, dando gran influencia a la moda de la ropa actual. Se hacen fusiones del Hanbok con la ropa moderna y la introducción del diseño del Hanbok en la arquitectura y en otros artículos.
La belleza del Hanbok se encuentra en la armonía de sus colores, en las sutiles curvas y en las líneas simples, dando gran influencia a la moda de la ropa actual. Se hacen fusiones del Hanbok con la ropa moderna y la introducción del diseño del Hanbok en la arquitectura y en otros artículos.
El hanbok consta de una blusa corta tipo bolero y una falda larga. La proporción entre ambas piezas es muy curiosa: en algunos casos, la falda es cuatro veces más larga que la blusa. De modo que hasta una mujer de baja estatura parece alta con ese traje.
En el hanbok se destacan las sutiles curvas y las líneas simples. Las mangas de la blusa son muy amplias y se abren como si fueran alas, mientras que la falda, acampada y de talle alto, cae con elegancia desde debajo del busto hasta los pies. La línea del busto se acentúa con un curioso lazo cuyos dos extremos salen del nudo y cuelgan por la parte delantera de la blusa hasta llegar casi a los tobillos. Muchos de estos trajes también llevan hermosos bordados de flores o figuras geométricas tanto en el cuello y los puños de la blusa como en la falda.
El tejido suele ser de fibras naturales, el cual se puede llevar todo el año. Por ejemplo, los de fibra vegetal, como el ramio o el cáñamo, son frescos durante el verano, aunque cubran la mayor parte del cuerpo, puesto que permiten que el aire circule. Hay otros cuyo tejido conserva el calor corporal, lo que los hace idóneos para el invierno.
El hanbok también es un traje cómodo, no por exigencias de la moda, sino por una necesidad práctica que existía hace siglos cuando la gente de esa zona utilizaba mucho el caballo. Se dice que era un atuendo ideal para el frío, las cacerías y la vida nómada. Los jinetes coreanos evitaban toda prenda que les restara libertad de movimiento. Por tanto, los coreanos a los que hoy día les gusta la comodidad del hanbok deben agradecérselo a sus antepasados.
Otra característica interesante del hanbok es la antiquísima tradición de recurrir al simbolismo de los colores. En el pasado, la clase dirigente solía llevar colores favorecedores, mientras que el pueblo vestía mayormente de blanco. Además, las mujeres solteras indicaban su estado civil combinando el amarillo y el rojo. Una vez casadas, el color de su hanbok iba de acuerdo a la posición social de su esposo. Hoy en día, en las bodas, se supone que la madre de la novia vista de rosa, y la del novio de azul. Así resulta muy fácil identificarlas.
El hanbok en la actualidad: Después de la guerra de Corea (1950-1953), empezó una campaña de modernización que condujo a que, en la década de 1970, el hanbok pasara de moda y fuera sustituido por la vestimenta occidental. Lo que había sido el traje informal de todos los días quedó guardado en el armario y solo se sacaba para bodas, festivales y otras ocasiones especiales. Pero últimamente, ha vuelto a resurgir. En 1996, por ejemplo, se trató de ponerlo otra vez de moda declarando el primer sábado de cada mes como “el día del hanbok”. Los confeccionistas introdujeron nuevos modelos de hanbok diseñados especialmente para la juventud. Parece que el ser humano siente cierta inclinación por volver a sus raíces, pues el hanbok moderno ha tenido mucho éxito. En una época en la que tantas modas están cargadas de sensualidad, el hanbok es una agradable excepción, pues en él se combinan la belleza y la modestia.
Anabel Chacartegui
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